Los textiles constituyen una potente herramienta decorativa y suponen un universo fascinante que explorar. A través de la riqueza de sus colores, materiales, estampados y texturas podremos lograr cualquier intención decorativa que tengamos en mente.
Jugando con la opacidad o transparencia de las telas actuaremos modulando la luz, configurando así espacios personales de gran poder expresivo.
El poder de los textiles se extiende a todos los rincones de la casa. Desde la ropa de cama en el espacio más privado que es el dormitorio hasta los muebles tapizados del epicentro social y familiar conformado por el salón.
Utilizad visillos sencillos en colores naturales para cubrir ventanas y ayudaos de un opacante para controlar la difusión de la luz. Esta es una solución elegante y económica. Por otra parte, si queréis huir de lo tradicional os sugerimos que probéis a utilizar el fieltro como material para cortinas. Los resultados serán sorprendente y cálidos... Y también para cortinas, aunque también se utiliza en tapizados, el Trevira nos ofrece una solución ignífuga en consonancia con las actuales normativas de seguridad.
En el campo de los tapizados las soluciones son infinitas pero no dejamos de recomendar un clásico de siempre, el terciopelo natural. De alto nivel cualitativo y espectaculares resultados estéticos. Una alternativa económica al terciopelo es la que nos proporciona el Velour, con acabados similares y fácil de mantener.
Las fibras naturales son una apuesta segura. Linos y algodones cien por cien confieren a los tapizados una calidad de texturas insuperable. Aunque dicho esto, os animamos a utilizar sin prejuicios telas totalmente acrílicas, la mayoría ya tecnológicamente muy avanzadas, con alta resistencia a la abrasión y bajo mantenimiento.
Desde aquí os damos un cariñoso empujoncito a que experimentéis sin miedo en el apasionante mundo del textil.
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